‘Nos vamos a mantener alejados, no nos vamos a querer ni tocar’: maestros y el regreso a las escuelas

Ciudad de México.- La maestra Elena Martín del Campo, docente de una secundaria pública en la Ciudad de México, está ansiosa por volver a impartir clase en su centro escolar, aunque no oculta que existe miedo de que durante la interacción con los alumnos puedan registrase contagios de covid-19.

“Vamos a seguir con ese miedo, con esa incertidumbre de qué va a pasar, si realmente es seguro transportarse, si es seguro que conviva tanta gente. Nos vamos a mantener alejados, no nos vamos a querer ni tocar, porque no es igual estando en casa, con la familia, que ya con compañeros ajenos”, explica la maestra.

“También existe la incertidumbre de que si realmente nos van a llevar todos los insumos que necesitamos para estar al pendiente con los chicos, sobre todo el cloro, el jabón, el papel sanitario…, material que es relevante para llevar a cabo todas las acciones de higiene”, agrega.

La profesora, quien para llegar a su centro de trabajo tiene que hacer uso del transporte público, pide el apoyo de las autoridades educativas para mantener los protocolos anticovid-19 por el tiempo que resta del ciclo escolar y no sólo durante la reapertura de escuelas.

“Los papás, a lo mejor el primer día, la primera semana, el primer mes, estamos de acuerdo y nos apoyan, pero ya más adelante es difícil; esa sería la situación de incertidumbre: ¿realmente ya estamos listos para presentarnos a clases presenciales o todavía nos falta algo más?”

“Realmente va a estar un poco complicado, lo mismo va a suceder al transportarnos, a lo mejor los compañeros que viven a la vuelta de la escuela, bueno, pero compañeros como en mi caso que tenemos que tomar un transporte público, ¿será sanitizado, será realmente seguro? Esa va a ser nuestra preocupación”, añade.

“No es lo mismo una computadora que estar en el salón”

Hasta el 24 de mayo, 2 millones 564 mil 406 trabajadores del sector educativo, entre maestras y maestros, personal administrativo y de apoyo, recibieron la vacuna contra covid-19 a lo largo del país, según datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), lo que permitirá que los profesores de la capital del país regresen a su salón de clases, si todo marcha según lo previsto, el próximo 7 de junio.

“Nosotros los profesores estamos ansiosos de estar regresando a nuestro espacio, regresar a nuestro pizarrón, a esas vieja modalidades tradicionales”, destaca la maestra Elena.

“Estando frente a un pizarrón es otra cosa, uno puede ver y explicar, y si el chico no entendió se vuelve a retomar; independientemente de la bulla que se arme con los adolescentes, es el sentir de los alumnos el que los hace hasta aprender más”, agrega.

El tiempo en las clases en línea no es suficiente

La maestra Elena destaca que en ocasiones el tiempo de las clases virtuales no alcanza para que los alumnos tengan la comprensión adecuada, lo que deja solos a los estudiantes.

“Estar trabajando por computadora, sobre todo asignaturas que son muy pesadas como matemáticas, química y física, me ha tocado escuchar a los profesores que se quejan del tiempo, de que tienen que ir rapidísimo (…), definitivamente, si van aprendiendo los alumnos ya depende de ellos, porque el profesor les dice así es y así ya te toca, porque en 40 minutos que dura el tiempo de Zoom, no es el tiempo suficiente para que el chico lleve un conocimiento”, explica.

A pesar de que existen otras materias más “ligeras”, la maestra Elena considera que ni en esos casos los alumnos adquieren la preparación adecuada.

“De un grupo de 40 alumnos, asisten a las clases virtuales 10 alumnos o 15 alumnos, y de los 15 alumnos participan cinco y los demás están ahí conectados y las cámara apagadas. Me ha tocado que yo pregunto ‘¿chicos entendieron?, estamos viendo esto, enséñeme su dibujo’; y nada, como si no existiera, entonces se pregunta uno ‘¿así van a entender, así voy a poner una calificación?’”.

“Quiero que mis manos sigan oliendo a gis”

La maestra Elena destaca que una clase en línea, por más tecnología que se utilice, nunca se comparará a lo que se vive en un salón.

“Aunque digan, ay, la computadora; es otra cosa, nunca va a aprender uno por una computadora como cuando está el profesor presente explicando, resolviendo dudas; es otra cosa, sencillamente no se compara y jamás se comparará”, resalta.

“Estar ya dentro de mi centro escolar es más motivante, se siente uno más contento al estar en esas cuatro paredes, escribir en el pizarrón, pasar lista a los alumnos, hacer anotaciones…; se siente uno que realmente, como siempre he dicho, quiero seguir oliendo mis manitas a gis; aunque ahora ya trabajamos con el plumón, siempre será otra cosa estar frente a un pizarrón”, añade.

La profesora Elena reitera que estará feliz de regresar a su escuela, siempre y cuando se cumpla con el protocolo para evitar contagios de covid-19.

“Yo entiendo a los alumnos que dicen ‘es que ya extrañamos, la escuela’, porque nosotros como profesores decimos ya extrañamos a los alumnos”, destaca.

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