Escuinapa, Sin.- Con botas de plástico el señor Cabanillas recorre la cochera de su hogar y la calle, la cual se convirtió practicante en una laguna tras las fuertes lluvias que provocó en la zona el huracán.
A diferencia de otros habitantes de La Isla del Bosque él prefirió mantenerse en su hogar para cuidar sus pertenencias y llevó tanto a su esposa como hijos a otro domicilio ubicado en una zona alta para así ponerlos a salvo.
Contó que los fuertes vientos y lluvia de “Orlene” se sintieron desde las 5:00 horas. En cuestión de unos minutos este fenómeno meteorológico desprendió lámina de su vivienda y dejó importantes inundaciones.
Pese al panorama, Francisco celebra que los daños sean mínimos pues otros huracanes los han dañado severamente.
Pidió a las autoridades abrir las canaletas que se encuentran en la zona para desfogar con mayor celeridad el agua que quedó estancada.
Como medida protectora las familias colocaron costales con tierra en las entradas de sus hogares para evitar que ingresara el agua.
Las personas afectadas esperan que las autoridades acudan lo antes posible a la zona para cuantificar los daños y brindar apoyos.
