Ciudad del Vaticano.- El papa Francisco expresó su cercanía y solidaridad a los refugiados del campo de Moria, en la isla de Lesbos, en Grecia, destrozado por el fuego y pidió, como ya hizo durante su visita, una acogida digna y humana a las 12 mil 700 personas que se han quedado sin siquiera un refugio.
“En los días pasados varios incendios han destrozado el campo de Moria en la isla de Lesbos, dejando miles de personas, de refugiados, sin ni siquiera un refugio”, dijo Francisco tras el rezo del ángelus, asomado a la ventana del palacio pontifico.
Entonces recordó su visita al campo de refugiados de Lesbos en 2016 en compañía del patriarca ortodoxo Bartolomé y en la que pidió “una acogida digna y humana a los refugiados y a quien busca asilo en Europa”.
“Expreso mi solidaridad y cercanía a todas las personas de este dramático incendio”, agregó.