Ciudad de México.- A pesar de que el proceso de vacunación ya se inició en México, pasarán muchos meses hasta lograr inmunizar a toda la población del país y los riesgos de salud todavía son altos. Así que, en caso de tener sospecha de haberte contagiado por el virus de SARS-CoV-2 es necesario tener claridad sobre qué tipo de prueba para detectar COVID-19 es la que más te conviene.
En la actualidad existe un portafolio amplio de pruebas, destinadas especialmente a distintas fases de la enfermedad. “Un diagnóstico certero y oportuno evitará que haya más muertes”, aseguró Jordi Fernández, director general de Roche Diagnóstica México, durante el taller “Todo lo que quieres sabes sobre pruebas para detectar COVID-19”.
Factores a tomar en cuenta
Para determinar la más apropiada —como resalta Roche— se deben tomar en cuenta tres puntos:
Fase de la enfermedad: el diagnóstico de infecciones activas requiere una tecnología diferente a la necesaria para el manejo de infecciones resueltas.
– El lugar en donde se realiza: se pueden necesitar equipos y pruebas distintas.
– El propósito: si se requiere para guiar el tratamiento del paciente, tener un mejor manejo de la población contagiada asintomática, para el desarrollo de otras pruebas. etc.
Tipos de pruebas para detectar COVID-19
RT-PCR: Detectan la presencia de SARS-CoV-2 con base en su composición genética (ARN). Son útiles para su detección temprana. Para realizarla se introduce un hisopo en la cavidad nasal. Debe llevarse a cabo de 1 a 3 días antes del inicio de los síntomas o de 2 a 14 días después de la exposición al virus. Los resultados se entregan de entre 24 a 72 horas.
Pruebas de antígenos: Detectan ciertas proteínas del virus SARS-CoV-2. También se realizan introduciendo un hisopo en la cavidad nasal y los resultados tardan de 15 a 30 minutos. Se deben realizar durante los primeros siete días a partir del inicio de los síntomas.
Pruebas de anticuerpos: Éstas miden la respuesta inmune del cuerpo a los antígenos de SARS-CoV-2 y se utilizan para saber si un paciente estuvo infectado y ya se recuperó. Esto se lleva a cabo a través de una muestra de sangre. Lo ideal es realizarla 7 días después de confirmada la enfermedad, y hacer un segundo test de 2 a 4 semanas después.
De esta forma puedes tener una idea más clara de cuáles son las pruebas para detectar COVID-19 y cuál te conviene más —en caso de tener sospechas de haberte contagiado—, aunque como recomiendan los expertos de Roche siempre debes hacerlo bajo la supervisión de un médico.