Guasave, Sin.- Rosa María Coronel Rivera, una de las madres miembro del grupo de Las Rastreadoras de Sinaloa, que junto con otra mujeres buscan a sus familiares que desaparecieron de manera repentina sin dejar rastro, algunos tienen mas de 10 años que dejaron a sus familias en un mundo de sufrimiento y en una búsqueda constante de sus cuerpos.
En su caso, una noche del 2016 su hijo, que este 2021 cumpliría 40 años, no llegó a dormir y después de buscarlo desesperadamente por varios días, sin tener ni siquiera pistas de hacia donde se lo habían llevado ni quién, decidió reportarlo como desaparecido, iniciando así su unión a Las Rastreadoras, que juntas han canalizado el dolor a través de una intensa búsqueda de días largos y noches peores.
“Es el peor tormento que puede vivir una madre, son noches de insomnio de frustración de desespero, es algo muy duro”.
Rosa María tiene otros 4 hijos, sin embargo, reconoció que “cada quién con su dolor, su sufrimiento, su falta de sueño”, y ellos particularmente dijo sufren de una manera que prefirió llamarla muy discreta.
Y es que viven una vida de frustración e incertidumbre, por qué no solo no encuentran a sus seres queridos, sino que además no existe rastro de ellos, ni tampoco a quien denunciar o acusar por estos hechos.
“La gente no denuncia por miedo por amenazas”.
A lo largo de estos 5 años de búsqueda, comentó que ha vivido de todo, y es que en ocasiones reciben llamadas anónimas que les indican donde hay fosas clandestinas y sin importar la hora se disponen a ir al lugar, sin embargo, también hay otras llamadas que simplemente se burlan de su dolor y su esperanza.
“Hemos recibido llamadas anónimas falsas, que te dan esa luz esa esperanza, y cuando llegas al lugar te das cuenta que solo juegan con tus sentimientos, burlándose de tu dolor, esas personas no están en nuestros zapatos, por qué si estuvieran viviendo el sufrimiento y el dolor pues no fueran tan inhumanos”.
