Ciudad Juárez, Chih.- En un emotivo encuentro en una frontera neutral promovida por la organización Border Network for Human Rights (BNHR), cientos de ciudadanos mexicanos y estadounidenses se reunieron este sábado 2 de noviembre entre las ciudades de Ciudad Juárez y El Paso, con el propósito de ver a sus familiares y darles un abrazo fraterno. El evento, conocido como “Abrazos, No Muros”, lleva más de 20 años brindando una oportunidad única a familias separadas por el muro fronterizo.
Desde su creación, este evento ha servido como un recordatorio poderoso de las consecuencias humanas de las políticas migratorias, al tiempo que ofrece un espacio para la reunificación temporal. Este año, 200 familias previamente seleccionadas por su historial migratorio participaron, abrazándose sobre un camino de madera colocado en el Río Bravo. Este puente simbólico destaca la esperanza de conexión y unidad a pesar de las barreras físicas y legales.
Una tradición de esperanza y resiliencia
Cada año, migrantes que no han podido cruzar legalmente a Estados Unidos, o que enfrentan restricciones legales para hacerlo, aprovechan este breve pero significativo momento para abrazar a sus seres queridos. La escena es profundamente conmovedora: familias que han sido separadas a menudo por años debido a las políticas fronterizas finalmente pueden encontrarse cara a cara.
“Abrazos, No Muros” no solo ofrece un instante de felicidad, sino que también ilumina las historias de lucha y perseverancia de las comunidades migrantes. Estas historias no solo humanizan la realidad de la vida en la frontera, sino que también generan conciencia sobre la urgencia de una reforma migratoria más humana y justa.
¿Qué es Border Network for Human Rights?
La Border Network for Human Rights (BNHR) es una organización sin fines de lucro con sede en El Paso, Texas, fundada en 1998. BNHR ha sido un baluarte en la defensa de los derechos humanos en la frontera México-Estados Unidos, con un enfoque en la educación, la documentación de abusos y la abogacía para la reforma migratoria. La organización cuenta con más de 1,000 familias miembro, representando a cerca de 7,000 personas.
Principales actividades de BNHR
Documentación de abusos: BNHR organiza campañas anuales para registrar casos de abuso por parte de autoridades locales y federales. Este esfuerzo busca visibilizar y disminuir estas injusticias.
Educación comunitaria: La organización ofrece programas educativos sobre los derechos civiles y humanos, capacitando a las comunidades para protegerse y empoderarse.
Abogacía por la reforma migratoria: BNHR promueve políticas públicas justas, trabajando por un sistema que respete la dignidad y los derechos de todos los migrantes.
El director ejecutivo y fundador de BNHR, Fernando García, ha liderado estos esfuerzos con una visión clara: transformar las experiencias personales de abuso y dolor en una movilización colectiva y efectiva. Bajo su liderazgo, BNHR ha impulsado el cambio desde las bases comunitarias, enfocándose en la construcción de un sistema que valore a cada persona independientemente de su estatus migratorio.
Una invitación a la reflexión y colaboración
La iniciativa “Abrazos, No Muros” no solo toca a las familias que participan, sino que también invita a la sociedad a reflexionar sobre la importancia de la solidaridad y la acción colectiva. Las historias compartidas en este evento son una fuente de inspiración para todos aquellos comprometidos con la búsqueda de un mundo más justo y humano.
La colaboración es crucial para impulsar cambios duraderos. Organizaciones como BNHR necesitan el apoyo y la participación activa de comunidades tanto en México como en Estados Unidos para continuar su misión. Cada abrazo, cada lágrima compartida en el Río Bravo, es un recordatorio de que más allá de las fronteras, somos una sola humanidad.
Con imagen e información de Excélsior