Ciudad de México.- Miles de escuelas privadas de todos los niveles se encuentran en focos rojos por la disminución de sus matrículas y falta de pagos en colegiaturas; en tanto los padres de familia insisten en descuentos por las clases virtuales y la baja en la calidad educativa, incluso contemplan cambiar al sector público.
Ante ese panorama, el presidente de la Asociación Nacional de Escuelas Particulares (ANEP), Alfredo Villar Jiménez, aceptó que la complicada situación económica también afecta a los padres de familia, puesto que algunos han perdido su empleo, por ello han tratado de negociar las cuotas y establecer acuerdos.
En entrevista para Forbes México, detalló que también se generó un esquema similar con el grupo docente, puesto que ante la baja de ingresos hubo afectaciones en las nóminas de la plantilla laboral.
Luego de que autoridades federales anunciaron que para el siguiente ciclo escolar se transmitirá material educativo a través de la televisión, subrayó que esto provocará que varios tutores opten por el servicio público.
En ese sentido, Villar Jiménez alertó sobre la pérdida de más de 2 millones de estudiantes para el sector privado, quienes migraron a escuelas públicas; además que más de 20,000 escuelas privadas de las 47,000 que hay en el país estarían en riesgo de suspender sus servicios.
“Podemos encontrar soluciones, necesitamos un nuevo concepto de sector educativo no un nuevo sistema, sino nuevo concepto de escuela”, indicó.
Descartó que las escuelas privadas se sometan a las clases por radio y televisión, por el contrario aseguró que continuarán con el esquema de clases virtuales por medios electrónicos, además que habilitarán materias artísticas para la atención emocional de los estudiantes.
Hizo un llamado a las autoridades federales para que a este sector se le otorguen facilidades en los pagos fiscales y referentes al seguro social de sus trabajadores, además que se les otorguen apoyos económicos como créditos para mantener la nómina completa y el mantenimiento.
En el caso del kínder particular Círculo Infantil Chavitos, la directora Sara Paula Zertuche compartió que algunos padres han sido empáticos con la situación y han cumplido con los pagos,sin embargo la mayoría ha exigido descuentos o han sacado a sus hijos del instituto.
Comentó a este portal de noticias que desde que inició la emergencia sanitaria hasta la fecha ha tenido una disminución del 25% en sus alumnos, además que para la próxima jornada escolar espera comenzar con el 30% menos en comparación con el año pasado.
Remarcó que algunos padres de familia subestimaron la educación preescolar y decidieron cancelar el contrato que tenían con el centro educativo, a pesar de que se habilitaron clases virtuales para los pequeños.
Zertuche aceptó que significó un reto captar la atención de los estudiantes a través de una pantalla, por lo que se buscó generar una interacción entre los estudiantes con sus profesoras, sin embargo sí se requería de la compañía de un adulto.
Remarcó que el instituto que dirige está en focos rojos, por lo que no asegura terminar el ciclo escolar a finales de este año,puesto que no han recibido ayuda gubernamental o de otro tipo.
Pagos injustos: padres de familia
En el caso de la señora Claudia, quien tiene una hija que pasó a segundo grado de kínder, el pago íntegro de las colegiaturas es un acto injusto, puesto que la instrucción escolar la están realizando los tutores en casa y no los docentes.
Compartió a este portal web que la profesora se comunicaba por redes sociales para delegar tareas y pedir evidencia del trabajo, pero no se habilitó ninguna plataforma para seguir con la educación de la estudiante.
Señaló que no tuvo complicaciones para cumplir con la colegiatura, aunque el pago completo de la colegiatura no le pareció,por lo que contempla cambiar de instituto o al sector público.
Reveló que le solicitaron el pago de un seguro escolar para el siguiente ciclo escolar, aun cuando las autoridades indicaron que el regreso a clases será a distancia
“No tenemos trabajo, lo poco que ganamos es para subsistir y comer”, reviró el señor Genaro, quien se dedica al sector de entretenimiento y contempla cambiar a sus cuatro hijos de la educación privada a la pública.
Acotó que las instituciones donde están inscritos los menores han dado la negativa de realizar algún tipo de descuento, lo cual deberían hacer, según comentó, puesto que no se están haciendo uso de las instalaciones.
Bajo ese panorama, insistió en que la calidad educativa se ha deteriorado con las clases remotas, puesto que no hay oportunidad de una retroalimentación con los profesores una vez terminada la sesión.
“Después de la transmisión no hay algún otro comentario, tiene que buscarlo en internet. Se me hace pesado que los niños estén en casa, se estresen, no quieren tomar la clase y prefieren estar jugando”.
Por otra parte, Mariana descartó cambiar a sus dos hijos, quienes cursan la primaria, hacia el sector público, dado que consideró que en ese tipo de escuelas el rezago es todavía mayor.
A pesar de ello, resaltó las complicaciones para que los pequeños pudieran tomar sus clases virtuales, las cuales eran en su mismo horario de trabajo.
Aclaró que no ha tenido problemas para cumplir con el pago de la colegiatura de los menores, pero insistió en que una reducción sería lo más justo, dado que los estudiantes permanecen en casa y no se ocupan los servicios del plantel.
“Descontaron un 10% que consideramos no es suficiente porque en otras escuelas el descuento ha sido más grande, aunque los niños tuvieron todas sus clases completas”.
Aun con ello, reconoció que la calidad de atención a cada alumno es menor, dado que no hay las condiciones para que docente le pueda explicar un tema a un estudiante de manera individual, aunado al corto tiempo de las sesiones.