El presidente López Obrador en reiteradas ocasiones ha dicho que su gobierno no es, ni será como los de antes. Que el cambio ya llegó.
Pues bien, en los próximos días, el presidente tendrá dos grandes oportunidades de mandar señales claras y contundentes de que lo que dice es cierto y lo soporta con los hechos. Que no es palabrería pues.
La primera gran decisión será determinar qué salida le da al caso Barttlet y las ventas a precios elevados que hacen sus empresas dirigidas por su hijo León Manuel de ventiladores médicos para pacientes covida varias de pendencias oficiales como el Ejército, IMSS, ISSSTE y Marina.
Si efectivamente en su gobierno no se tolera la corrupción, tendrá que mandar esas señales contundentes y sancionar a aquellos que han encontrado en la pandemia una oportunidad de hacer jugosos negocios al amparo del poder.
El presidente ya dijo que ordenó a la Secretaría de la Función Pública que haga la investigación correspondiente, pero al final eso lo sabe él y lo saben muchos, que será lo de menos.
La suerte y destino final de Manuel Barttel la tiene él y nadie más que él en sus manos.
El resultado de la supuesta investigación que podría realizar la Secretaria de la Función Pública, Irma Erendida Sandoval Ballesteros, ya se conoce.
Será en el mismo sentido de la exoneración que ya hizo de Manuel Barttlet el pasado 19 de diciembre de 2019 cuando afirmó que no encontró ningún conflicto de intereses por las ventas al gobierno de las empresas señaladas, porque se estas se encuentran a nombre de su hijo y de su pareja sentimental. ¿Hará falta un nuevo argumento?
Así que el actual director de la CFE, Manuel Barttlet, a quien tras investigaciones periodísticas le documentaron propiedades valuadas en alrededor de 800 millones de pesos y casi 30 empresas en las cuales aparece junto a sus hijos y familia debe estar tranquilo de la investigación. ¿De dónde se hizo de mulas pedro? Esa es otra historia que la 4T no quiere contar.
Ah, pero como el presidente solo entiende y habla en idioma político, Manuel Barttlet, familia y sus negocios ya le está haciendo un gran daño a la imagen presidencial y resquebraja y pone en duda su principal cantaleta –perdón, bandera- de que no se tolerará la corrupción.
Si el presidente siente que Barttlet ya le hace daño político, entonces con todo exoneración sus días pudieran estar contados. La decisión es del presidente y de nadie más.
¿Mandará una señal de que efectivamente son diferentes? La verdad se duda.
La otra gran decisión, se conocerá el próximo lunes.
En la agenda de la Suprema Corte ya está el caso para resolver sobre la controversia constitucional presentada sobre el caso del gobernador de BC Jaime Bonilla. ¿Durará solo dos años en el cargo o 5?. Su suerte está en la Corte.
Recordemos que Jaime Bonilla fue electo por los ciudadanos para un periodo de 2 años, pero antes de protestar, el Congreso Local hizo reformas a leyes locales para ampliar su periodo a 5 años. Al final Jaime Bonilla, protestó por cinco años y la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero avaló tan pretensión con su presencia.
La suerte de Jaime Bonilla, está por decidirse en la Suprema Corte de la Nación.
¿Y qué tiene que ver el presidente en una decisión de la Corte? Nada y todo. El presidente tiene el control de la mayoría de los ministros y por lo tanto de las decisiones que estos aprueben.
¿Se irá Jaime Bonilla en el 2021 o hasta el 2024? Eso se sabrá el lunes.
Pero de que esta decisión también cimbrará al país, sea cual sea el sentido del fallo, lo cimbrará.
Jaime Bonilla ha venido siendo un gobernador crítico ante las cifras de contagios y muertes por Covid presentadas por el Subsecretario de Salud, Hugo López Gatell. ¿Desafía al Gobierno Federal o se vacuna?.
Eso lo sabremos el lunes.
Lo cierto es que si la Corte avala la ampliación del periodo por 5 años para Jaime Bonilla, entonces sí, el mensaje será claro y contundente. No habrá quien pare al presidente en sus intenciones de perpetuarse en el poder.
En fin dos decisiones presidenciales que tendrán respuesta la próxima semana.
Veremos que sucede. ¿Son diferentes, o más de lo mismo y hasta mejorado?
Habrá que estar pendientes.
PASO A PASITO.-No cabe duda que al gobierno federal no le salen las cuentas en el seguimiento de la pandemia. Primero hace semanas, el presidente dijo que ya habían domado al monstruo del Coronavirus. Nombre está más bravo que nunca.
Luego López Gatell advirtió que ya venían para abajo que la curva ya estaba aplanada y nada que hay más casos de contagios y muertes que nunca.
Luego dijeron que entre el 6 y 8 de mayo sería el pico de máximo contagio y ayer López Obrador habló de que el pico podría alargarse hasta el 20 de mayo. ¿Pues qué no iban a regresar ya a la normalidad a partir del 17 de mayo?
No le salen las cuentas.
OTRO PASITO.- Hablando de cuentas mochas. Ayer en nuestra columna abordamos el tema de la guerra por las cifras reales del Covid y como las cifras oficiales, criminalmente pudieran estarse manejando y maquillando.
Pues bueno, este tema ayer concentró también la atención mundial. De entrada la Organización Mundial de la Salud, advirtió que es falso que la crisis por Coronavirus esté controlada en México y que aún no llega al pico máximo de contagios. También desestimó las cifras oficiales.
Luego periódicos influyentes en el mundo, como New York Times, Washington Post, Wall Street Journal y el País, publicaron reportajes donde desestiman las cifras oficiales y muestran como las cifras reales son mucho más alarmantes.
Cuestionan al Gobierno Mexicano por ocultar cifras y poner en riesgo a la población por la tardanza en la implementación de estrategias sanitarias.
Sus reportajes fueron retomados y publicados por la mayoría de los Medios de Comunicación Internacionales y Nacionales y la información le dio la vuelta al mundo. Otra rayita más al tigre.
Ufff.
UN PASITO MAS.-Sigue subiendo de tono la protesta de los dirigentes agrícolas de Sinaloa por la pretensión del Gobierno Federal de no garantizar los 4150 pesos por tonelada de maíz, tal y como se había comprometido.
De tonó subido de los dirigentes, se puede pasar a otro tipo de medidas y eso ya lo advierten muchos productores. ¿Los detendrá el coronavirus? Creo que no.