Los Mochis, Sin.- Es Cuaresma y ya se ven los Judíos con sus vistosos atavíos como las máscaras, los tenábaris, las sonajas y sus caretitas con las cuales recorren calles de las colonias, fraccionamientos, mercados del centro de la ciudad, danzan un poco y esperan la respuesta de la gente a sus bailes, que regularmente son monedas que colectan en algunos recipientes.
La máscara es cualquier ídolo o héroe de revista, hasta los conocidos animales como venados u otras imágenes más dramáticas.
Ya andan en el centro, ya se pasean por los mercados locales y danzan.
Empiezan temprano y se van a las 3 de la tarde, salen, apoyan a la Iglesia y proceden de algunas colonias de la ciudad.
Dijo que ninguno de su familia es judío ni danzante, sólo él porque “está bien perrón”, y lo poco que colectan al día se lo reparten entre los cuatro que ahorita andan junhos.
Algunas gentes se paran durante la entrevista para verlos, fotografiarlos o grabarles.
El vestirse de judío se hereda en algunas generaciones, pero en este no es el caso, este chiquillo roza apenas la adolescencia y ya se viste como tal para danzar por unos pesos en los mercados locales.
Dice que le gusta porque “está chilo”… asegura que sólo aprendió a danzar.
La máscara que usa se la dio un hermano, trae las caretitas, el tenábiris, la sonaja.
Este jovencito es estudiante y el andar de judío le permite ir a la escuela también.
Aparecen durante La Cuaresma y muchos les llaman también matachines, son los “malos” de la historia de la vida, pasión y muerte de Jesucristo, y son una tradición muy arraigada en Sinaloa. principalmente en la zona norte de la entidad.