Estados Unidos.- Temor enfrentan los migrantes que viven en Estados Unidos ante la amenaza de que sean deportados a México tras la toma de protesta de Donald Trump como presidente, mientras las autoridades y organizaciones se preparan para el peor escenario.
El caso de “Soledad”, nombre ficticio, es una de las personas que han sido desplazadas por la violencia que enfrenta México.
«Llegaron a amenazarnos a todos unas personas, no sé de qué cártel eran, llevaban pasamontañas y metralletas; nos amenazaron que nos saliéramos del rancho porque ya era de ellos. Ahí mataron a mi hermana”, señaló.
El caso de “Soledad” es apenas uno de los mexicanos que buscan asilo en Estados Unidos por la violencia, pero también están los migrantes que viven en ese país como Carlos, originario de Guerrero quien desde el 2001 llegó indocumentado y pese a que sus hijos son ciudadanos, no ha regularizado su estatus migratorio.
No estoy preparado para una deportación pero tengo que salir adelante por mi familia. Tengo tres hijos, dos mujeres de 17 y 7 años y un niño de 8 que son ciudadanos de Estados Unidos; tengo miedo por ellos”, puntualizó.
Luis es un joven sonorense que en cuatro ocasiones ha cruzado ilegalmente por el desierto a Estados Unidos para tener mejores ingresos y aunque nunca ha sido detenido ahora se encuentra preocupado y con temor de lo que vaya a pasar tras la toma de protesta de Donald Trump.
Estoy acostumbrado a lo que venga, soy ilegal en Estados Unidos, me dedico a la construcción y hago de todo un poco. Sí tengo miedo pero si me sacan me vuelvo a meter”, indicó.
El pastor Ángel Campos, de la iglesia Monte Vista, en Phoenix, Arizona, reveló que los centros de detención Eloy y Florence, en Arizona están al tope de migrantes que permanecen a la espera de ser deportados a su país de origen.
El Gobierno federal, estatal y municipal, y las organizaciones civiles que brindan apoyo a migrantes no tienen certeza de que Trump vaya a llevar a cabo deportaciones masivas cuando asuma la Presidencia, pero se preparan para el peor escenario.
Con información de El Imparcial