Los Mochis, Sin.- Las autoridades de los tres niveles de gobierno deben ser respetuosas de la opinión ciudadana y de las marchas que se han realizado, porque son auténticas y es el resultado del hartazgo que ya se registra en Sinaloa, ante los hechos de violencia que no pueden frenarse, manifestó el presidente de la Cámara Nacional de la Industria y Transformación delegación Los Mochis, Roberto Jr. Miranda Lagarda.
El dirigente de la Canacintra en Los Mochis indicó que las acciones de la ciudadanía para exigir un clima de tranquilidad en la entidad son reales y no se deben minimizar, además de que son totalmente apartidistas.
“Ya que la marcha como todos lo pudimos ver fue una marcha ciudadana, sin colores, ni partidos eran las personas manifestando un sentir y el gobierno no debe irse en contra de ellos y porque están en contra y la dirección que se debe tomar es conciliar y trabajar y arropar todas las iniciativas para tomar cartas en el asunto y si la estrategia no da resultados buscar otras acciones pero no atacar a la ciudadanía cuando se expresa sin tener partido”, expresó.
Por su parte, el presidente de la Coparmex en Los Mochis, José Ramos Ortiz señaló que es lamentable que el gobernador Rubén Rocha trate de restar importancia a las manifestaciones ciudadanas y pensar en quienes si lo apoyan y que ya piensan en realizar otra marcha.
“El hecho de que el gobernador se exprese de esa manera y diga que son más los que lo apoyan, no importa eso, lo importante es la manifestación y si él no quiere valorarla y dar el peso que merece pues las consecuencias las va sufrir el y si al final de cuentas hay muchas personas que son apoyadas y salen a favor de la autoridad ya lo vimos en Tabasco y pues esa no es ciudadana, es partidista y eso se podría ver si mueven toda la maquinaria que tienen y pues claro que van a tener un resultado”, comentó.
El dirigente del Centro Empresarial del Valle del Fuerte dijo que el Gobierno Estatal lo que debiera hacer en este momento es cómo implementar estrategias contra la delincuencia, pero con acciones contundentes, reales y que no solo en el discurso.